martes, 26 de abril de 2016

CATEDRAL DE GRANADA Y PALACIO DE CARLOS V

ESTILO ARTÍSTICO DEL RENACIMIENTO

El concepto renacimiento se aplica a la época artística que da comienzo a la Edad Moderna. El término procede de la obra de Giorgio Vasari "Vidas de pintores, escultores y arquitectos famosos", publicada en 1570, pero hasta el siglo XIX este concepto no recibe una amplia interpretación histórico-artística.
Sin embargo, Vasari había formulado una idea determinante, el nuevo nacimiento del arte antiguo, que presuponía una marcada conciencia histórica individual, fenómeno completamente nuevo en la actitud espiritual del artista.
De hecho el Renacimiento rompe, conscientemente, con la tradición artística de la Edad Media, a la que califica, con pleno desprecio, como un estilo de bárbaros o de godos. Y con la misma conciencia se opone al arte contemporáneo del Norte de Europa.
Desde una perspectiva de la evolución artística general de Europa, el Renacimiento significa una ruptura con la unidad estilística que hasta ese momento había sido supranacional.

ETAPAS DEL RENACIMIENTO 

Quattrocento

Tiene como espacio cronológico todo el siglo XV, es el denominado Quattrocento, y comprende el Renacimiento temprano que se desarrolla en Italia.

Cinquecento

La segunda, afecta al siglo XVI, se denomina Cinquecento, y su dominio artístico queda referido al Alto Renacimiento, que se centra en el primer cuarto del siglo. Esta etapa desemboca hacia 1520-1530 en una reacción anti clásica que conforma el Manierismo.
Mientras que en Italia se estaba desarrollando el Renacimiento, en el resto de Europa se mantiene el gótico en sus formas tardías, situación que se va a mantener, exceptuando casos concretos, hasta comienzos del siglo XVI.
En Italia el enfrentamiento y convivencia con la antigüedad clásica, considerada como un legado nacional, proporcionó una amplia base para una evolución estilística homogénea y de validez general. Por ello, allí, es posible su surgimiento y precede a todas las demás naciones.
Fuera de Italia la Antigüedad Clásica supondrá un caudal académico asimilable, y el desarrollo del Renacimiento dependerá constantemente de los impulsos marcados por Italia. Artistas importados desde Italia o formados allí, hacen el papel de verdaderos transmisores.


CARACTERÍSTICAS DEL RENACIMIENTO 



Surgimiento de una nueva relación con la Naturaleza

El arte renacentista va unido a una concepción ideal y realista de la ciencia. La matemática se va a convertir en la principal ayuda de un arte que se preocupa incesantemente en fundamentar racionalmente su ideal de belleza. La aspiración de acceder a la verdad de la Naturaleza, como en la Antigüedad, no se orienta hacía el conocimiento de fenómeno casual, sino hacía la penetración de la idea.

El Renacimiento hace al hombre medida de todas las cosas

Como arte esencialmente cultural presupone en el artista una formación científica, que le hace liberarse de actitudes medievales y elevarse al más alto rango social.
Los supuestos históricos que permitieron desarrollar el nuevo estilo se remontan al siglo XIV cuando, con el Humanismo, progresa un ideal individualista de la cultura y un profundo interés por la literatura clásica, que acabaría dirigiendo, forzosamente, la atención sobre los restos monumentales clásicos.
Italia en ese momento está integrada por una serie de estados entre los que destacan Venecia, Florencia, Milán, el Estado Pontificio y Nápoles.
La presión que se ejerce desde el exterior impidió que, como en otras naciones, se desarrollara la unión de los reinos o estados; sin embargo, sí se produjo el fortalecimiento de la conciencia cultural de los italianos.
Desde estos supuestos fueron las ciudades las que se convierten en centros de renovación artística.
En Florencia el desarrollo de una rica burguesía ayudará al despliegue de las fuerzas del Renacimiento, la ciudad se convierte en punto de partida del nuevo estilo, y surgen, bajo la protección de los Médicis, las primeras obras que desde aquí se van a extender al resto de Italia.

RENACIMIENTO EN LA PENÍNSULA IBÉRICA 

La pervivencia de formas de poder, propiedad y mentalidad medievales durante los siglos XV y XVI en la Península, explican que el Renacimiento español se aparte significativamente del conjunto del Renacimiento Europeo.
 Los elementos artísticos del gótico y del mudéjar, sabiamente combinados con las nuevas formas italianas, cuya entrada se ve facilitada por la intensa relación de los puertos mediterráneos españoles con Italia a lo largo de la Baja Edad Media y el intercambio de materiales y de artistas entre los distintos Estados italianos y los territorios de la monarquía española, darán como resultado un original estilo, el Plateresco, que sólo en la segunda mitad del siglo XVI deja paso a un clasicismo más acorde con las modas del momento.
 En España el arte del Renacimiento será promovido por la Monarquía, la iglesia y la nobleza. Familias como los Mendoza serán quienes desempeñen un papel similar al que, en Italia, tuvieron los Medici o los Sforza, pero sin llegar a su categoría e importancia. Entre los años 1474 y 1479 suben al trono los Reyes Católicos y, con ellos, se produjo la unión dinástica de los reinos peninsulares, aunque no una auténtica unificación territorial y política.
 Así, el Renacimiento en Cataluña tendrá rasgos diferentes del de Castilla, Aragón y Valencia. Existe una diversidad jurídica, social y económica que se refleja en el arte. En la Península, a lo largo del SXVI, lo flamenco tendrá más peso específico que lo italiano, al haber más conexiones con Flandes que con Italia. Los nobles y la monarquía coleccionarán obras de procedencia flamenca, lo que incidirá decisivamente en el desarrollo de las manifestaciones artísticas.
En 1492 tuvo lugar el descubrimiento de América. La presencia de los españoles en estas tierras dio origen a no pocos abusos con respecto a la población indígena, lo que fue ampliamente denunciado por el padre Bartolomé de las Casas y por Francisco de Vitoria desde la Universidad de Salamanca. Estas denuncias deben ser interpretadas como la base del Derecho Internacional. En España, la ciencia no experimentó un gran desarrollo.
 Las áreas que más adelanto sufrieron fueron la navegación, la cartografía, la náutica, la ingeniería naval y la ingeniería militar. La medicina tuvo excepcional importancia en la Universidad de Valencia, sobre todo en el campo de la anatomía.

CONQUISTA DE LOS REYES CATÓLICOS 


Una vez que Isabel y Fernando se afirmaron en el trono de Castilla, reanudaron la conquista del Reino nazarí de Granada, el último reducto musulmán de la península Ibérica, aprovechando que dicho reino se encontraba en una crisis dinástica entre el sultán Abu-l-Hasan «Alí Mulei Hacén», su hijo Abu Abd-Alah, Mohámed XII «Boabdil» también llamado el Chico y Mohámed XIII «el Zagal», hermano del primero y tío del segundo.
La Guerra de Granada tuvo varias fases:
  • 1484 a 1487: La parte occidental del reino de Granada es conquistada por los castellano-aragoneses. Boabdil firmó un tratado con los Reyes, según el cual la entrega de Granada se canjearía a cambio que los Reyes le dieran un señorío en la zona oriental del reino.
  • 1488 a 1490: Empezó la conquista del oriente del reino nazarí. Se trasladó la base de operaciones a Murcia. Durante esta etapa se rindió "el Zagal".
  • 1490 a 1492: Se exigió a Boabdil la entrega de Granada. Al enterarse el pueblo granadino de lo pactado, opuso resistencia, que fue respondida por los ejércitos de los Reyes. Al final Boabdil entregó Granada tras unas negociaciones secretas.
La victoria de esta guerra significó:
  • La caída del último reino musulmán de la península Ibérica en poder de los cristianos, con lo cual culminó la Reconquista y aumentó el prestigio de los Reyes Católicos en la Europa cristiana.
  • La aparición de un ejército estructurado y profesional, independiente de la nobleza, formado por los tercios reales.
  • La aportación a la Corona de grandes recursos económicos.
  • El premio y apaciguamiento de ciertos sectores de la nobleza mediante el reparto de los territorios granadinos entre ellos.


CATEDRAL DE GRANADA 

Durante el renacimiento, el Reino de Granada, al igual que Galicia, conformó un centro artístico independiente del estilo predominante en el resto de la península, el herrerianismo.
Con el reinado de Carlos I de España se llevarán a cabo numerosas construcciones en la ciudad de Granada, dada la intención del monarca en convertir a la urbe en el modelo de ciudad del siglo XVI. Así la construcción de la catedral de Granada será coetánea a las de el palacio cristiano de la Alhambra, la Universidad y la chancillería.

Con la llegada de la política centralista de 
Felipe II y, especialmente, con la expulsión de los moriscos de 1609, la región perdió gran parte de su fuerza económica y quedó relegada frente a otros centros locales. Sin embargo, sí se continuó desarrollando proyectos artísticos de importancia. Es el caso de la reforma de la fachada principal emprendida por Alonso Cano en 1664, en la que se introdujeron elementos barrocos.El primer proyecto fue encomendado en 1506 a Enrique Egas que concibió un templo de estilo gótico, tomando como modelo la Catedral de Toledo. Las obras comenzaron, bajo la dirección del propio Egas, con la colocación solemne de la primera piedra el 25 de marzo de1523. Sin embargo, fue Diego de Siloé quien, en 1529, se encargó de las obras, que se concluirán en 1563, presentando un nuevo proyecto mucho más ambicioso. El autor trazó las líneas renacentistas de todo el edificio sobre los cimientos góticos, con girola y cinco naves en lugar de las tres habituales, combinando en su estructura elementos de otros órdenes arquitectónicos.
La magnificencia del proyecto hubiese sido aún mayor si se hubieran erigido las dos grandes torres de ochenta y un metros de altura previstas en los planos. El proyecto no fue terminado por diversos problemas, entre ellos la muerte de Alonso Cano en 1667, y otros económicos, por lo que finalmente, en 1684, la Catedral quedó con una torre, formada solo por tres cuerpos en lugar de los seis previstos y con un total de cincuenta y siete metros de altura.

En 1706 Francisco de Hurtado Izquierdo y posteriormente su colaborador José Bada construyeron el actual sagrario de la catedral. En él, el autor rompió su tendencia rococó, respetando la sobriedad de líneas y la estructura clásica del resto del conjunto.



Este modelo, de cinco naves, doble girola, crucero y dos torres a los pies, fue el resultado de las modificaciones realizadas por Siloé sobre las trazas de Egas; conserva el concepto de iglesia gótica de naves escalonadas y bóvedas de crucería, pero incluye elementos clasicistas como son las medias columnas acanaladas y con capiteles corintios adosadas a los pilares y las altas pilastras creadas para elevar la altura de las naves.
En su interior destaca también su sillería plateresca del Coro y la Sala Capitular, actualmente lugar de exposición del tesoro de esta catedral, que también expone piezas en la Sacristía.
Exteriormente es espléndido el primer cuerpo de la Portada del Perdón, obra de Siloé donde muestra sus excepcionales dotes arquitectónicas y maestría escultórica. Compuesta a la manera de arco triunfal romano, la puerta queda flanqueada entre columnas pareadas con hornacinas superpuestas, los arcos se adornan con vivos motivos, y sobre ellos aparecen las figuras de la Fe y la Justicia tendidas, con una cartela clásica renacentista; los fustes estriados se adornan con guirnaldas y el friso con medias figuras humanas acabadas en follaje, talladas con gran expresividad.
AL gran artista local Alonso Cano se le debe la configuración estética y arquitectónica final de su fachada principal, de hacia 1667, entre otras muchas obras realizadas por él para esta catedral, como su famosa Inmaculada y los altos lienzos pintados para su Capilla Mayor con temas marianos. La traza de esta fachada, aprobada poco antes de morir, partía del proyecto inicial de Siloé, siendo reorganizada por Cano, a quien corresponde su estructura de arco triunfal y el efecto retranqueado inspirado en las dobles portadas. A él también se debe su personal concepción no clasicista, con múltiples rasgos originales como son las pilastras cajeadas sin capitel, la utilización del óculo circular y la percepción barroca y claroscurista tan característica que otorga al conjunto de la fachada.
A partir de 1704 Francisco Hurtado Izquierdo se ocupa de la construcción del Sagrario, ya de plena factura barroca, con planta resuelta en tres tramos, el central cubierto con cúpula. Su definitivo aspecto lo resuelve a partir de 1716 el también arquitecto José de Bada, quien modifica y suprime parte de los elementos decorativos del proyecto inicial.

CAPILLA REAL
Los Reyes Católicos escogieron como lugar de enterramiento la ciudad de Granada, creando, mediante Real Cédula de fecha 13 de septiembre de 1504, la Capilla Real. Fue construida entre 1505 y 1517 en estilo gótico y dedicada a San Juan Bautista y San Juan Evangelista.
Comenzó a construirse en el año 1505 por Enrique Egas en estilo gótico. Intervinieron en su construcción, además, Juan Gil de Hontañón, Juan de Badajoz el Viejo y Lorenzo Vázquez de Segovia.
El Museo fue creado en el año 1913. Con el desarrollo del turismo en España en la segunda mitad del siglo XX se convirtió en uno de los centros de atracción turística de la ciudad de Granada. 



PALACIO DE CARLOS V 

El palacio de Carlos V de Granada, comunidad autónoma de Andalucía, España, es una construcción renacentista situada en la colina de la Alhambra. Desde 1958, es sede del Museo de Bellas Artes de Granada.
Fue mandado construir por el rey Carlos I (emperador del Sacro Imperio Romano Germánico con el nombre de Carlos V) a partir de su boda con Isabel de Portugal, celebrada en Sevilla, en 1526. Tras el enlace, la pareja estuvo viviendo varios meses en la Alhambra, quedando profundamente impresionado por el palacio, dejando encargada la construcción del nuevo palacio con la intención de establecer su residencia en la Alhambra granadina.
Ya los Reyes Católicos habían habilitado salas después de 1492, pero la intención de Carlos era la de dotarse de una residencia estable a la medida de un emperador. El proyecto fue asignado a Pedro Machuca. En una España en la que el estilo imperante era el plateresco, y que no se había despegado totalmente del gótico, Machuca construyó un palacio que corresponde estilísticamente al manierismo, estilo que estaba dando sus primeros pasos en Italia. Aún aceptando las versiones que sitúan a Machuca en los talleres de Miguel Ángel, cuando comienzan las obras del Palacio en 1527 éste no había realizado todavía lo más representativo de su producción arquitectónica.










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