martes, 29 de septiembre de 2015

¿El Patrimonio se puede tocar?

INTRODUCCIÓN 

El Silbo Gomero, despertó durante siglos entre los viajeros y científicos extranjeros que se acercaban a las islas un interés especial por este casi único lenguaje silbado que se conserva vivo en la actualidad y que se trabaja de forma sistemática en el currículo, dentro del área de lengua, en los centros educativos de la isla colombina.
Con el documento del Dr. René Verneau, iniciamos la difusión de una serie de relatos y descripciones realizadas por diferentes cronistas, viajeros, científicos e investigadores para acercar sus impresiones y estudios a la sociedad en general y a la comunidad educativa en particular. Tratamos con éstos, conocer y divulgar una de las señas de identidad más representativa de la cultura canaria y joya de nuestro patrimonio intangible de nuestro archipiélago.
He dicho que estos individuos (los gomeros y gomeras) han conservado infinidad de costumbres de sus antecesores. Acabo de hablar del gofio de raíces de helechos, en los años de carestía, y de la miel, del vino y del vinagre de dátiles. Pero hay un rasgo de estas costumbres mucho más chocante todavía: quiero hablar del lenguaje silbado.

Patrimonio Inmaterial: El Patrimonio cultural inmaterial forma parte de las declaraciones de la Unesco para la salvaguardia del patrimonio cultural que no se puede tocar, conocido como oral o inmaterial. El Patrimonio cultural inmaterial se constituye por los “usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que forman parte que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural.




EL SILBO GOMERO

El silbo gomero es un lenguaje silbado practicado por algunos habitantes de La Gomera (Canarias) para comunicarse a través de barrancos.

Según los estudios el lenguaje silbado emplea seis sonidos, dos de ellos denominados como vocales y los otros cuatro como consonantes, y se pueden expresar más de 4.000 conceptos (Palabras).

El silbo fue creado por los primeros habitantes de la isla, Aborígenes canarios, y "hablado" también en El Hierro, Tenerife y Gran Canaria. En el siglo XVI, tras la conquista de las Islas Canarias, los últimos canarios adaptaron el silbo al idioma castellano,mientras la lengua original, se iba extinguiendo.
Debido al peligro de desaparición del silbo,a causa de las mejoras de las comunicaciones y especialmente de la desaparición de actividades como el pastoreo en las que más se empleaba, el Gobierno Canario reguló su aprendizaje en la escuela, y declaró el silbo gomero como patrimonio etnográfico de Canarias en 1999. El silbo gomero fue inscrito por la Unesco en la Lista representativa del Patrimonio de la Humanidad, gracias en buena parte a la labor realizada por el gobierno canario.






TRIBUNAL DE LAS AGUAS DE VALENCIA

El Tribunal de las Aguas de la Vega de Valencia, conocido también como Tribunal de las Aguas es una institución de Justicia encargada de decidir los conflictos derivados del uso y aprovechamiento del agua de riego entre los agricultores de las Comunidades de Regantes de las acequias que forman parte de él.

Su origen nos es totalmente desconocido, pese a que lo más probable es que sea una evolución, basada en tradiciones andalusíes anteriores. Algunos historiadores como José Vicente Gómez Bayarri sitúan sus orígenes en la época romana.

El Tribunal de las Aguas de la Vega de Valencia es la más antigua institución de justicia existente en Europa. Aunque ya existiera desde tiempos de los romanos alguna institución jurídica que resolviera los problemas del agua en tierras de Valencia, la organización que hemos heredado data de los tiempos de Al-Andalus y, muy posiblemente, de la época del Califato de Córdoba, perfeccionada desde los primeros momentos de la conquista del Reino de Valencia por el rey don Jaime.

Tribunal de las aguas de Valencia





EL CONSEJO DE LOS HOMBRES BUENOS DE MURCIA

El Consejo de hombres buenos es un tribunal consuetudinario, es decir, cuyas reglas y autoridad vienen dadas por la tradición y la costumbre, que está encargado de dirimir conflictos de riego en la Huerta de Murcia. 

Los juicios del Consejo de Hombres Buenos son orales, siendo habitual que un escribano recupere las declaraciones. La instancia está presidida por el Alcalde o su delegado, que cuenta con un voto de calidad decisivo en caso de empate y que se encarga de llevar a efecto las resoluciones. Le corresponde también la facultad de multar a los vocales que no asistan a las reuniones. El Consejo de Hombres Buenos lo componen cinco Vocales titulares y cinco Procuradores. Su objetivo es fallar y resolver las cuestiones y demandas sobre infracciones determinadas en las ordenanzas de la huerta. Los procuradores solo pueden ejercer su función una vez al año. El Consejo celebra sus audiencias en público todos los jueves en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Murcia, desde las nueve hasta las doce de la mañana.

 

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